Biblia - Mons. Juan Straubinger

Santo Rosario

El Santo Rosario es un conjunto de oraciones donde se contempla y medita el Nacimiento, la Pasión y Resurrección de Jesucristo. Y la camándula es el instrumento con el que nos ayudamos, de nudos o bolitas, para llevar la cuenta de Avemarías. La camándula es como un ábaco de mano, nada más, no es el Santo Rosario, es sólo la camándula. De todas las devociones a la Santísima Virgen María, el Rosario es la más extensamente difundida entre los fieles. Todo buen católico, que es agradecido y ama a de la Madre de Dios, debe tener una tierna devoción al rezo del Rosario e intentar obedecer la petición del cielo de rezarlo diariamente. Porque es por nosotros y para nosotros, para beneficio nuestro.

Misterios Gozosos (Lunes y Jueves)
Misterios Dolorosos (Martes, Viernes y Sábado)
Misterios Gloriosos (Miércoles y Domingo)

Misterios Gozosos

(Lunes y Jueves)

1. La Encarnación del Hijo de Dios.

Y entrado donde ella estaba, le dijo: “Salve, llena de gracia; el Señor es contigo” Al oír estas palabras, se turbó, y se preguntaba qué podría significar este saludo. Mas el ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia cerca de Dios. (Lc. 1,28;30)
Fruto del Misterio: Humildad Sincera
Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria y una jaculatoria

2. La Visita de Virgen María a su prima Santa Isabel.

y entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió cuando Isabel oyó el saludo de María, que el niño dio saltos en su seno e Isabel quedó llena del Espíritu Santo. Y exclamó en alta voz y dijo: “¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu seno! (Lc. 1, 40;42)
Fruto del Misterio: Caridad Fraterna
Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria y una jaculatoria

3. El Nacimiento de Jesús en Belén.

Había en aquel contorno unos pastores acamados al raso, que pasaban la noche custodiando su rebaño, y he aquí que un ángel del Señor se les apareció, y la gloria del Señor los envolvió de luz, y los invadió un gran temor. Díjoles el ángel: “¡No temáis! porque os anuncio una gran alegría que será para todo el pueblo: Hoy os ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo Señor.(Lc. 2, 8;11)
Fruto del Misterio: Lucha contra la codicia
Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria y una jaculatoria

4. La Purificación de la Virgen y la Presentación de Jesús en el Templo.

Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén a fin de presentarlo al Señor (Lc. 2, 22;23)
Fruto del Misterio: Ofrenda de si mismo por la salvación de los pecadores.
Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria y una jaculatoria

5. Jesús perdido y hallado en el Templo.

Y, al cabo de tres días lo encontraron en el Templo, sentado en medio de los doctores, escuchándolos e interrogándolos; y todos los que lo oían, estaban estupefactos de su inteligencia y (Lc. 2, 46;47)
Fruto del Misterio: Adhesión a Jesús y a sus enseñanzas
Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria y una jaculatoria

Misterios Doloroso

(Martes, Viernes y Sábado)

1. La Oración de Jesús en el huerto de los Olivos.

Y se alejo de ellos a distancia como de un tiro de piedra, y, habiéndose arrodillado, oró así: “Padre, si quieres, aparta de Mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. (Lc. 22, 41;42)
Fruto del Misterio: Abandono a la voluntad de Dios
Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria y una jaculatoria

2. La Flagelación de Nuestro Señor Jesucristo.

Díjoles Pilato: “Pues, ¿qué mal ha hecho?” Y ellos gritaron todavía más fuerte: “¡Crucifícalo!” Entonces Pilato, queriendo satisfacer a la turba, les dejó en libertad a Barrabás; y después de haber hecho flagelar a Jesús, lo entregó para ser crucificado (Mc. 15, 14;15)
Fruto del Misterio: Mortificación.
Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria y una jaculatoria

3. La Coronación de espinas de Nuestro Señor Jesucristo.

Lo vistieron de púrpura, y habiendo trenzado una corona de espinas, se la ciñeron. Y se pusieron a saludarlo: “¡Salve, rey de los judíos”. Y le golpeaban la cabeza con una caña, y lo escupían, y le hacían reverencia doblando la rodilla. (Mc. 15, 17;19)
Fruto del Misterio: Callar frente a la humillación.
Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria y una jaculatoria

4. Jesús con la Cruz a cuestas.

y Él, llevándose su cruz, salió para el lugar llamado “El cráneo”, en hebreo Gólgotha, donde lo crucificaron, y con Él a otros dos, uno de cada lado, quedando Jesús en el medio. Escribió también Pilato un título que puso sobre la cruz. Estaba escrito: “Jesús Nazareno, el rey de los judíos”. (Jn. 19, 17;19)
Fruto del Misterio: Ayuda al que lleva la cruz.
Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria y una jaculatoria

5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.

Era ya alrededor de la hora sexta, cuando una tiniebla se hizo sobre toda la tierra hasta la hora nona, eclipsándose el sol; y el velo del templo se rasgó por el medio. Y Jesús clamó con gran voz: “Padre, en tus manos entrego mi espíritu”. Y, dicho esto, expiró. (Lc. 23, 44;46)
Fruto del Misterio: Dolor de los pecados.
Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria y una jaculatoria

Misterios Gloriosos

(Miércoles y Domingo)

1. La Triunfante Resurreción de Nuestro Señor Jesucristo.

Y entrando en el sepulcro vieron, sentado a la derecha, a un joven vestido con una larga túnica blanca, y quedaron llenas de estupor. Mas él les dijo: “No tengáis miedo. A Jesús buscáis, el Nazareno crucificado; resucitó, no está aquí. Ved el lugar donde lo habían puesto. Pero id a decir a los discípulos de Él y a Pedro: va delante de vosotros a la Galilea; allí lo veréis, como os dijo”. (Mc. 16, 5;7)
Fruto del Misterio: Fe en la persona y en la palabra de Jesús.
Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria y una jaculatoria

2. La Ascensión de Jesucristo a los cielos.

Y los sacó fuera hasta frente a Betania y, alzando sus manos, los bendijo. Mientras los bendecía, se separó de ellos y fué elevado hacia el cielo. Ellos lo adoraron y se volvieron a Jerusalén con gran gozo. (Lc. 24, 50;52)
Fruto del Misterio: Esperanza en el Paraiso.
Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria y una jaculatoria

3. La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y la Virgen María.

Al cumplirse el día de Pentecostés, se hallaban todos juntos en el mismo lugar, cuando de repente sobrevino del cielo un ruido como de viento que soplaba con ímpetu, y llenó toda la casa donde estaban sentados. Y se les aparecieron lenguas divididas, como de fuego, posándose sobre cada uno de ellos. Todos fueron entonces llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, tal como el Espíritu les daba que hablasen. (Hch. 2, 1;4)
Fruto del Misterio: Amor a Dios.
Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria y una jaculatoria

4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.

Y María dijo: “Glorifica mi alma al Señor, y mi espíritu se goza en Dios mi Salvador, porque ha mirado la pequeñez de su esclava. Y he aquí que desde ahora me felicitarán todas las generaciones; porque en mí obró grandezas el Poderoso. Santo es su nombre, y su misericordia, para los que le temen va de generación en generación. (Lc. 1, 46;50)
Fruto del Misterio: Devoción filial a Mária.
Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria y una jaculatoria

5. La Coronación de la Santísima Virgen como reina de cielos y tierra.

Y una gran señal apareció en el cielo: una mujer revestida del sol y con la luna bajo sus pies y en su cabeza una corona de doce estrellas (Ap. 12, 1)
Fruto del Misterio: Perseverancia en el bien obrar.
Padre Nuestro, Diez Ave Marías, Gloria y una jaculatoria

Oraciones del Santo Rosario

Acto de Contrición


Pésame, Dios mio, y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí.
Pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como tú.
Antes quería haber muerto que haberte ofendido.
Propongo firmemente no pecar más y evitar las ocasiones próximas de pecado.
Amén

Credo Apostólico

(Texto latino)
Credo in Deum Patrem omnipotentem,
Creatorem caeli et terrae,
et in Jesum Christum, Filium ejus unicum, Dominum nostrum,
qui conceptus est de Spiritu Sancto,
natus ex Maria Virgine,
passus sub Pontio Pilato,
crucifixus; mortuus est
et [sepultus] descendit ad mortuos,
tertia die resurrexit a mortuis,
ascendit ad caelos,
sedet ad dextram Dei Patris omnipotentis,
inde venturus est judicaturus; vivos et mortuos. Credo in Spiritum Sanctum,
sanctam Ecclesiam catholicam,
sanctorum communionem,
remissionem peccatorum,
resurrectionem mortuorum, vitam aeternam.
Amen.
(Traducción)
Creo en Dios Padre todo poderoso,
creador del cielo y de la tierra,
creo en Jesucristo, su Hijo único, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María siempre virgen, padeció bajo Poncio Pilato,
[fue] crucificado, muerto y [fue] sepultado, descendió
a los muertos, al tercer día resucitó de los muertos,
subió a los cielos, y está sentado a la diestra de Dios Padre todo poderoso,
de allí vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de los muertos, la vida eterna.
Amén.

Pater Noster


(Texto Latín)
Pater noster,
qui es in caelis:
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tu-um;
fiat voluntas tua,
sicut in caelo et in terra.
Panem nostrum cotidianum
da nobis hodie;
et dimitte nobis
debita nostra
sicut
et nos dimittimus
debitoribus nostris;
et ne nos inducas
in tentationem;
sed libera nos a Malo.
Amen.
(Pronunciación)
Pa-ter nos-ter,
cui es in che-lis:
sanc-ti-fi-che-tur no-men tu-um;
ad-ve-niat re-ñum tu-um;
fi-at vo-lun-tas tu-a,
si-cut in che-lo et in te-rra.
Pa-nem nos-trum co-ti-dia-num
da no-bis ho-die;
et di-mit-te no-bis
de-bi-ta nos-tra
si-cut
et nos di-mit-ti-mus
de-bi-to-ri-bus nos-tris;
et ne nos in-du-cas
in ten-tad-sio-nem;
sed li-be-ra nos a Ma-lo.
A-men.
(Castellano)
que santificado sea tu nombre;
que venga tu reino;
que se haga tu voluntad
en la tierra igual que en el cielo.
Nuestro pan cotidiano
dánoslo hoy;
y perdónanos
nuestras deudas
así como
también nosotros perdonamos
a nuestro deudores;
y no nos dejes caer
en la tentación;
sino que líbranos del Maligno.
Amén.

Ave María

(Texto latino)
Ave Maria,
gratia plena,
Dominus tecum,
benedicta tu in mulieribus,
et benedictus
fructus ventris tui, Iesus.
Sancta Maria, Mater Dei,
ora pro nobis peccatoribus,
nunc
et in hora mortis nostrae.
A-men.
(Pronunciación)
A-ve Ma-ri-a,
grad-sia ple-na,
Do-mi-nus te-cum,
be-ne-dic-ta tu in mu-lie-ri-bus,
et be-ne-dic-tus
fruc-tus ven-tris tu-i, Ye-sus.
Sanc-ta Ma-ri-a, Ma-ter Dei,
o-ra pro no-bis pec-ca-to-ri-bus,
nunc
et in ho-ra mor-tis nos-tre.
A-men.
(Traducción)
Salve María,
la llena de gracia,
el Señor está contigo,
bendita tú entre las mujeres
y bendito
el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora
y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Latin traducido con google translate

Gloria

(Texto latino)
Gloria Patri, et Filii, et Spiritui Sancto.
Sicut erat in principio, et nunc et semper,
et in saeccula saeculorum,
Amen.
(Traducción)
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
Como era en un principio y ahora y siempre
y por los siglos de los siglos
Amén.

Jacularia

(Texto latino)
Oh Bone Iesu, dimite nobis debita nostra,
salvanos ab igne infernis,
perduc in caelum omnes
animas praesertim eas
quae misericordiae tue
maxime indigents.
Amen.
(Traducción)
Oh! Jesús mio, perdona nuestros pecados,
libranos del fuego del infierno,
lleva a todas la almas al cielo,
y socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
Amén.

Salve Regina

(Texto latino)
Salve, Regina, Mater misericordiae.
Vita, dulcedo et spes nostra, salve.
Ad te clamamus exsules filii Hevae.
Ad te suspiramus gementes et flentes in hac lacrimarum valle.
Eia, ergo, advocata nostra, illos tuos misericordes oculos ad nos converte;
et Iesum, benedictum fructum ventris tui, nobis post hoc exsilium ostende.
O clemens, O pia, O dulcis Virgo Maria.
Ora pro nobis, Sancta Dei Genitrix.
Ut digni efficiamur promissionibus Christi.
Amen.
(Traducción)
Dios te salve, Reina y Madre, Madre de misericordia.
Vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.
A ti clamamos los desterrados hijos de Eva.
A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos;
y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
Oh clemente, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

Oración Final


Oh Dios, cuyo Hijo unigénito, por Su vida, muerte y resurrección
ha adquirido para nosotros las recompensas de la vida eterna; concédenos que,
meditando sobre estos misterios en el Santísimo Rosario de la Bendita Virgen María,
imitemos lo que ellos contienen, y obtengamos lo que ellos prometen, por Jusucristo, Nuestro Señor.
Amén.

Invocación al Espíritu Santo


Ven espíritu divino, manda tu luz desde el cielo,
padre amoroso del pobre, don de tus dones espléndidos,
luz que penetra las almas fuente de mayor consuelo.

Ven dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma divina luz y enriquecernos,
mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro,
mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.

Riega la Tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos,
por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.
Amén

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